Gracias a J llegué a una serie extraña, relativamente breve y, sin duda, bastante arriesgada en su propuesta televisiva. Una serie del canal de cable FX que está etiquetada para mayores y que no se restringue practicamente en nada: "American Horror Story".
Ryan Murphy, creador de Nip/Tuck y Glee, es quien está a cargo de este proyecto, el que busca mostrar sin tapujos y filtros el horror, el miedo y lo enfermizo de la atmósfera. En el caso particular de la primera temporada, posteriormente subtitulada 'Murder House', la trama se centra en un matrimonio que, tratando de huir de sus problemas anteriores, se mudan a una casa enorme, de estilo antiguo y ofrecida casi a precio de ganga. La familia verá como a lo largo de su estadía, será la casa la que, con un historial trágico y violento, gobierne sus miedos y problemas.
La serie tiene un casting bastante bueno, salvo quizás en los personajes que en principio son los principales: el matrimonio Harmon, compuesto por los actores Connie Britton y Dylan McDermott, en los personajes de Vivien y Ben, respectivamente. A la larga, sus medianas interpretaciones (particularmente débil la de McDermott) hacen que nuestra mirada se vuelque a personajes más interesantes, como lo son Tate, Constance, Addie, Violet e incluso Moira. Ellos se transforman en una base bastante sólida del argumento, y a lo largo de los doce episodios van cobrando más fuerza, sus misterios quedan revelados (salvo el de Moira, que queda pendiente con su historia) y nos atrapan.
La serie no se corta en ser bastante explícita en sus escenas, no solo por lo misterioso y lo sorpresivo, si no también por lo sanguinario, violento y sexual. La cosa puede llegar a ser bastante choqueante. Sin embargo, la serie no busca andar asustando todo el tiempo, ni llegar a ser vomitiva. De cierta manera busca, va con todo esperando que nos "acostumbremos", entremos en el juego, y sigamos con la historia. Obviamente, se justifica que se trate de una serie con calificación para mayores, ya que hay muchas escenas y situaciones pertubardoras.
En sus doce episodios, la serie plantea muchos misterios y situaciones extrañas. De pronto se trata de personajes que resultan extraños, que no sabemos quienes son o por qué llegaron ahí; el desarrollo de la serie se encarga de ir explicando todo, haciendo bastante uso del flashback y al pasado directo de los personajes y de la casa, por mucho que al final la trama se acelere y busque llegar a un cierre satisfactorio. Aún así, quedan varios temas pendientes que, como sabemos, no llegan a explicarse de todo. Digamos que forma parte del misterio.
Plagada de referencias (y eso que no soy un asiduo al estilo), "American Horror Story" se nutre de "Psycho", de "The Shining", de "The Sixth Sense", de "The Others", de "Romematy's Baby", de "The Hand That Rocks The Cradle" y así más. De todo eso nace una mezcla bastante intesante, a la vez que perturbadora, contando una historia bajo códigos actuales y llevando el espacio de la televisión al límite.
De paso, nos entrega soberbios personajes, dedicadamente interpretados, como por ejemplo aquella Constance de Jessica Lange y el Tate de Evan Peters.
Habrá que ver como funcionan las otras temporadas, que son historias independientes, pero bajo el mismo lente.
1 comentario:
Solo nos atrapó esa primera temporada. Creo que fue algo de esa música perturbante al comienzo, algo de esos personajes; Tate y Constance, que resultaron ser mis favoritos en todo esta historia y a la larga los únicos que me interesaron más incluyendo las otras temporadas (no todas por supuesto, porque no vimos muchas. Diría que lo suficiente).
Pienso que seguramente si volvieras a escribir esta entrada sería algo distinta, totalmente más severa.
Me alargué un poquito. Ha sido entrete releerte, me gusta, aunque sigo ansiosa por nuevas entradas ;).
Cariños.
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