Los Gossip [1] de ahora son bastante distintos a los de hace algún tiempo. Año a año, disco a disco, su imagen se vuelve más producida, glamorosa y rebuscada. Aquellas actitudes sucias y desgarbadas ya están bien en el olvido. Además, todo ha ido de la mano de un notorio desvío de estilo, o más bien de una fuerza puesta en aquellos aspectos más pop y bailables. En eso no hay nada de malo.
Lo lamentable del caso, es que poco a poco Gossip ha pedido aquella gracia de una sencilla banda de tres personas, donde una canta, otra toca la batería y la última va de la guitarra al bajo. La puesta en escena ahora es bastante más tradicional: finalmente incorporaron más intrumentos en vivo y la ausencia de bajos o bases ya no es tal. En eso puede ser que tampoco haya nada de malo.
La cuestión es que, si bien 'Music For Men' (2009) es un álbum bastante entretenido, tendía a alejarse de la faceta garagera de 'Standing In The Way Of Control' (2006) que tan bien les resultaba. En aquel disco, la idea de canción bailable se expresaba en la forma de "Listen Up!", con un bajo juguetón y una batería que marca el pulso esperando calentar el ambiente, ya fuera tu habitación, el camino a algún lugar o aquella disco de la ciudad a la que sueles ir.
Con el último álbum, 'A Joyful Noise' (2012), editado hace menos de un mes, la banda -curiosamente- se aleja de casi todo rastro de ruido. Y de paso, se lanza de lleno a lo retro con constantes melodías que evocan a los 80. Tanto así, que a estas alturas me costaría ver mezcladas en una misma presetanción estas canciones nuevas con cortes como "Standing In The Way Of Control" o "Yr Mangled Heart", vibrantes temas que tenían todo ese espíritu rockero de antes.
Para nada 'A Joyful Noise' va a la hogera, pero sí es para unas cuantas oídas y ya. Al final, el asunto es que no queda mucho para el recuerdo o para atesorar. De cierta forma, eso es lo lamentable.
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