Descubrí a Arcade Fire [1] un poco tarde, cuando el segundo disco ya llevaba un tiempo en la calle. Sin embargo, con esta banda canadiense fue amor a primera vista. O a primera escucha. Y ya conociéndolos, viví más de cerca la aparición de 'The Suburbs', el tercer disco de estudio de este sexteto de Montreal, que ha terminado por marcar completamente este año.
Al escuchar el disco las primeras veces, no podía creer lo bueno que era. Me resultaba hasta insólito que después de dos primeros discos tan grandiosos, vinieran y se despacharan una nueva joya. Pero ya con el correr de los meses (el álbum fue lanzado en agosto), empecé a creer que, en realidad, el disco era completamente lógico. Lo verdaderamente extraño hubiera sido un error, un álbum lamentable, un fiasco. 'Funeral' (2004) fue un debut sorprendente y sólido; a su vez, 'Neon Bible' (2007) fue una muestra de que la banda no era un chispazo, una mera casualidad. No, aquí había genio. Por eso, que el tercer disco fuese grandioso era casi lo esperable.
'The Suburbs' es el más variado y creativo de los álbumes publicados, aunque tal vez le falte una pizca de la frescura del primero, y otra pizca de la solidez del segundo. Pero es por decir algo, ya que se trata de un disco que consigue innovar y que, a la vez, lleva a su máxima expresión el sonido con el que nos habían deleitado. Muestra de un lado y otro son, por ejemplo, "Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)" y "Ready To Start", una suma de aciertos en un disco donde no sobra nada.
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