El 4 de diciembre pasado me quedé pegado mirando como el contador disminuía. Eran las 9.15 de la noche y el canal sintonizado el 15. En unos minutos más se inauguraba CNN Chile [1] [2], la versión chilena del canal de noticias más famoso del mundo. La señal se instalaba en Chile, después de un par de intentos, a través de una joint-venture entre Turner [3] y VTR [4].
Eran las 9.30, el contador había llegado a cero. En la pantalla se desplegaba un breve video del canal, y un serio Ramón Ulloa [5] dio inicio a la señal con una presentación. El noticiero había empezado. Seguí mirando, y así estuve un rato, yendo y viniendo. Mirando y cambiando.
Eran las 9.30, el contador había llegado a cero. En la pantalla se desplegaba un breve video del canal, y un serio Ramón Ulloa [5] dio inicio a la señal con una presentación. El noticiero había empezado. Seguí mirando, y así estuve un rato, yendo y viniendo. Mirando y cambiando.
Las primeras horas de CNN Chile fueron algo extrañas. Las notas y los reportajes se veían algo forzados, carentes del más mínimo sentimiento o entusiasmo. Afortunadamente, la cosa fue cambiando. Ya han pasado varios días desde el inicio, y la cosa sin duda ha tendido a mejorar. Dicho de alguna forma: se han soltado.
¿Llegará CNN Chile a ser alguna clase de referente? No tengo ni la más remota idea. De pronto, no. Pero quién sabe. Habrá que darle tiempo y ver, en un tiempo más, que ha sido de CNN Chile.
¿Llegará CNN Chile a ser alguna clase de referente? No tengo ni la más remota idea. De pronto, no. Pero quién sabe. Habrá que darle tiempo y ver, en un tiempo más, que ha sido de CNN Chile.
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