Así, sin previo aviso, ayer se lanzó Google Chrome [1], la apuesta del gigante de internet en el campo de los navegadores web. De improviso, sin que no tuviera ni idea que se trabajaba en un proyecto de este tipo. ¿Podría Google hacerle frente a Microsoft Internet Explorer [2]? ¿Podría llegar a compararse remotamente a Mozilla Firefox [3]?
La página principal de Google hace referencia a la disponibilidad para descargar la versión beta del producto, para que probemos, para que veamos de qué va. Y eso hice.
Tras descargar un pequeño archivo de unos cuantos kilos, comencé la instalación. Se conecta a internet y baja todo. Tras unos segundos se completa la descarga, y la instalación continúa sin contratiempos. Un par de minutos más y Chrome ya está en nuestra máquina funcionando.
Pero, ¿qué se puede decir de él? Lo primero: es simple. Fácil de usar, de estética sobria al estilo de los productos Google y bastante rápido. Así, de buenas a primeras: ¿es mejor que Internet Explorer? Yo diría que sí. ¿Y qué Firefox? Aquí definitivamente no.
Ustedes ya probarán y darán un veredicto. Mientras, yo digo que es una excelente alternativa. Veremos que pasa en algunos años.
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