"Revenge is a dish best served cold"
Uma Thurman fue una inspiración. No la mía, pero sí la de Quentin Tarantino. Después de haber realizado "Pulp Fiction" (1994), la idea era concretar esa idea que ambos habían bosquejado durante la filmación de la segunda película del parlanchín director. Uma, de cierta forma, era una obsesión para Quentin. Ella era la muza.
Más allá del hecho que en los créditos de "Kill Bill Vol.1" (2003) dijera que el personaje era una creación de Q&U, lo cierto es que todo era un entramado del propio Tarantino, quien se sumergió en una historia de violencia en su estilo, con mucha buena música, tomas perfectamente planificadas y detalles que homenajeaban o calcaban a otras películas. Pero todo esto tardó tiempo. Entremedio, Tarantino se lanzó en la realización de "Jackie Brown" (1997), la única película que ha realizado que adapta una novela. El resto, todas creaciones personales, en ese habitual popurrí.
"Kill Bill" fue llegando mucho más lejos. Lo que en un comienzo se presentó como una sencilla película con elementos de artes marciales que se filmaría en China y Texas, se extendió mucho más allá de lo pensado. La filmación en China se prolongó por unos cuantos meses y Tarantino fue ampliando las escenas y parte de la historia, que en cualquier caso no era demasiado amplia. A la larga, esto generó un problema: el corte final de la cinta sería demasiado extenso. ¿Qué hacer? Miramax propuso en un comienzo recortar al máximo el film; sin embargo, esto no era muy sencillo. Tarantino quería presentar toda la historia. ¿Entonces? Una solución sencilla: partir la historia en dos películas. En plena época de sagas (Harry Potter, El Señor de los Anillos, Matrix, Spiderman o Star Wars, por nombrar lo que se lanzaba en esos años), esto sonaba como una buena solución.
Bajo este concepto, Tarantino optó por darle un tono distinto a ambas partes. De paso, organizó la historia como un rompecabezas en la primera parte (que no cuenta demasiado de la trama total) y concentró el grueso del relato en la segunda. Fue un buen plan, funcionó. "Kill Bill Vol.1" es ágil y entretenida, con escenas de acción y música acelerada; "Kill Bill Vol.2" se toma su tiempo, se carga a las explicaciones y al diálogo (sello distintivo del cine de Tarantino) y la historia cobra fuerza.
Recuerdo mi llegada a la película: a través de una copia pirata que se veía bastante bien. Quedé tan entusiasmado con lo visto, que le decía a otras personas que la vieran. Repasaba escenas en mi casa e invitaba a mi hermano a que la viéramos. Esperaba esa continuación, la segunda parte del relato. Eso era un buen punto: "Kill Bill Vol. 1" terminaba por lo alto, en un momento memorable.
"Kill Bill Vol.2" llegó algo así como medio año después, ya en 2004. Las expectativas eran altas y muchos salieron algo defraudados. Criticaban la falta de acción y el exceso de diálogo. A la larga, esos elementos fueron los que más me gustaron del segundo volumen, que lo disfruto hasta muchísimo más que el primero. Y visto con el correr del tiempo y los diversos visionados, tiende a parecerme algo cancino que el primer volumen casi no ofrezca historia Su salida del coma, dos enfrentamientos y el tema del sable, nada más.
A pesar de todo, sigo disfrutando mucho de "Kill Bill" como historia global. Ya sea Los Angeles, Texas o Japón, me encantan los andares de la novia en busca de esa venganza que, como dice Bill en un momento de la segunda, es por pura satisfacción. "All those people you killed to get to me... felt damn good, didn't they?". "Yes!", dice la novia, a esas alturas Beatrix Kiddo.
Después de esta historia, Tarantino se embarcó en proyectos de diversa índole, destacando lo que fue "Grindhouse" junto a su amigo Robert Rodríguez, en donde firmaba el segmento "Death Proof" (2007); más tarde llegaría "Inglourious Basterds" (2009) y recientemente "Django Unchained" (2012), dos filmes que le valieron premios, principalmente por sus guiones. Pero fue ese momento de hace 10 años el que lo hizo enfrentar una producción de gran envergadura y salir airoso, y quedar preparado para proyectos como los más recientes.
Al hablador, chistoso y violento Tarantino le funcionó.
"The lioness has been reunited with her cub, and all is right in the jungle"