Después de pasar muchos años sin venir a Chile, Christina Rosenvinge [1] volvió el año pasado con un concierto mágico. La visita coincidía con el éxito que tenía su disco 'Tu Labio Superior', y en particular el single "La Distancia Adecuada". Fue un buen momento, una presentación cálida y sólida.
Un año después, Rosenvinge retorna al país, esta vez promocionando el disco nuevo, 'La Joven Dolores', a través de una gira por varias ciudades. La primera escala fue el 5 de mayo pasado en Santiago, en el Teatro La Cúpula [2] lleno, pero no repleto. A través de una presentación consistente, Christina cargó su repertorio al primer disco de Los Subterráneos y a sus dos últimos como solista. Si bien fue una excelente presentación, por alguna razón este show no fue mejor que el anterior. Tal vez el público no estaba mayoritariamente conectado, tal vez fue que todo fuese muy similar a lo de un año atrás. Lamentablemente, mi adorada española prefirió nuevamente cargarse a los éxitos calados, dejando de lado discos completos. Ella ya lo había anticipado en entrevistas: en latinoamérica, su repertorio se concentra en canciones en español, preferentemente conocidas; en Europa y Estados Unidos, se basa en algo más general, dando más notoriedad a las canciones en inglés. Decisión razonable y atendible, pero que deja un sabor algo agridulce en quienes la hemos seguido más de cerca.
Sin embargo, insisto: la presentación fue excelente, con Christina muy conectada con el público (al menos con una fanaticada que se lo gritaba todo), y con una banda de apoyo que sigue sólida. Claro, pudo echarse en falta la ausencia de Steve Shelley [3], pero estuvo bien de todas formas. Y las canciones nuevas salen de maravillas, salvo quizás por el 'Mi Vida Bajo El Agua', que estuvo algo falta de fuerza. Lo demás, una gozada.
Un año después, Rosenvinge retorna al país, esta vez promocionando el disco nuevo, 'La Joven Dolores', a través de una gira por varias ciudades. La primera escala fue el 5 de mayo pasado en Santiago, en el Teatro La Cúpula [2] lleno, pero no repleto. A través de una presentación consistente, Christina cargó su repertorio al primer disco de Los Subterráneos y a sus dos últimos como solista. Si bien fue una excelente presentación, por alguna razón este show no fue mejor que el anterior. Tal vez el público no estaba mayoritariamente conectado, tal vez fue que todo fuese muy similar a lo de un año atrás. Lamentablemente, mi adorada española prefirió nuevamente cargarse a los éxitos calados, dejando de lado discos completos. Ella ya lo había anticipado en entrevistas: en latinoamérica, su repertorio se concentra en canciones en español, preferentemente conocidas; en Europa y Estados Unidos, se basa en algo más general, dando más notoriedad a las canciones en inglés. Decisión razonable y atendible, pero que deja un sabor algo agridulce en quienes la hemos seguido más de cerca.
Sin embargo, insisto: la presentación fue excelente, con Christina muy conectada con el público (al menos con una fanaticada que se lo gritaba todo), y con una banda de apoyo que sigue sólida. Claro, pudo echarse en falta la ausencia de Steve Shelley [3], pero estuvo bien de todas formas. Y las canciones nuevas salen de maravillas, salvo quizás por el 'Mi Vida Bajo El Agua', que estuvo algo falta de fuerza. Lo demás, una gozada.